lunes, 30 de marzo de 2009

Y ... la familia ... es...


La música se torna mansa murmurando el coro de voces que se agita dentro... muy dentro...

La familia es compartir nuestras cosas, nuestra vida, las alegrías, los logros, los actos sencillos y los más grandes.

Los nacimientos, las enfermedades, las partidas...

Duele el alma cuando no podemos reconciliarnos, cuando las diferencias se hacen grandes y no podemos escucharnos, por el orgullo, la soberbia, la ira, la bronca por... nada.

A veces pecamos de transparentes, y eso se entiende como rivalidad porque no se habla el mismo idioma, y se cierran las puertas, y quedan afuera de nuestra vida...

Una familia se hace con transparencia compartiendo con las otras familias de la misma sangre, comentando y no guardando secretos de los que es imposible hablar, ni temas de los que no se pueden tocar.

Algo que no dejara de sentir este corazón roto es el distanciamiento...


Antes de dormir pienso en no repetir historias, para no tener pesadillas que no quiero en mi vida
y grabo en mi corazón "Acerquémonos para vivir".
Hay tantas maneras de decir mil cosas...
A veces las mas simples, podrían ser las mas hermosas...


La familia no muere cuando hay pesares...

La familia llora y ríe junta...

A veces se confunden las situaciones, por conveniencias, falsedades ocultas, rivalidades, luciendo caretas de familia unida, cuando en realidad no se sostiene el verdadero vínculo...

Con el tiempo se aprende a reconocer todo, hasta los propios defectos... y nunca es tarde para el reencuentro.
Los momentos de dificultad marcaron las diferencias, unos se esconden para llorar y otros guardan silencio ...esperan en silencio.


Quién en algún momento, no quiso borrar todo y empezar de nuevo para construir otra familia menos vulnerable con la justa medida del equilibrio en la convivencia, la cuota justa de elementos que nos libre de pesares y fantasmas.
Alguna vez lo he pensado, por eso a las familias que comienzan les digo que lo que cuenta es la fortaleza, viendo el paso de los años, como experiencia de una huella imborrable, si lo logramos, es muy difícil que se aleje o se quiebre una familia.

Hoy tengo uno de esos amaneceres en que escucho el viento...y un coro de voces que se agita dentro... muy dentro... murmurando... las cenas, los almuerzos, las fiestas, los brindis, las reuniones en intimidad, conteniendo un mundo que a veces no entiende lo que significa amar, ser, verdad.

MARGA®

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