Para vivir
plenamente, debemos aprender a escuchar lo que dice mi
cuerpo.
Lo entendí
al leer el libro OBEDECE A TU CUERPO, ¡ÁMATE!
de Lisa Bourbeau ,
tenemos males
por, acumular resentimientos, cólera, furia,
para
complacer y esto tiene que salir por algún lado y no es más que el cuerpo
hablando.
De hecho nuestra vida no es más que un
reflejo de nuestro estado mental, si en nuestra mente hay paz, armonía y
equilibrio, entonces nuestras vidas pueden solamente ser armoniosas, pacíficas y
equilibradas.
Y si tenemos
pensamientos negativos ya sabemos lo que pasa.
Nuestro cuerpo
es sabio y habla, por eso hay que aprender a escuchar qué es lo que nos quiere
decir, para ir a la situación que nos genera malestar sanarla y vivir sin
hacernos daño.
Muchas veces
el cuerpo grita lo que la boca calla, y entonces la cosa estalla en situaciones
nada agradables.
El dolor de
cabeza deprime cuando las dudas aumentan, las uñas se quiebran cuando las
defensas están amenazadas, la presión arterial, sube cuando el miedo
aprisiona...
El lado del
que se sienten los padecimientos el izquierdo es el lado receptivo, maternal y
femenino del ser.
El derecho es
el lado masculino, con empuje, orientado hacia el exterior, hacia el mundo.
En el lado
izquierdo del cuerpo se reflejan las relaciones familiares, padre, madre,
hermanos, hijos.
En el caso del
lado derecho, se muestran las sociales, vecinos, pareja, amigos,
trabajo.
Esto quiere
decir, que dependiendo del lado donde se presenta el síntoma, hay que revisar
una vinculación familiar o una social.
Muchas veces
el cuerpo grita lo que la boca calla, y entonces...
¡¡ Una
cistitis ... !!
Duele, irrita
y arde entonces debe... “liberar”
ser más allá
de las relaciones con los demás.
La
vejiga recibe, almacena y elimina las sustancias tóxicas que desechan los
riñones.
Simbólicamente el tracto urinario es el canal por donde descargamos
nuestros sentimientos negativos, por lo que la vejiga nos impide,
indirectamente, ahogarnos en nuestra propia
negatividad.
Por
consiguiente las infecciones urinarias están relacionadas con ese exceso de
energía negativa, ira, dolor, frustración e irritación que no se expresan y que
el sistema urinario se ve incapaz de asumirlas de una forma normal.
Algunos
problemas de vejiga como la cistitis que, casi siempre nos afecta a las
mujeres, nos hablan claramente de problemas de “territorio” como los animales se
sirven de la orina para delimitar su territorio.
Es decir
... la mujer con cistitis siente que invaden su espacio... su frontera ...
¿ cuál
es mi lugar...?
Miedo a que el territorio pierda mi
organización.
Conflicto de no poder determinar mi posición, de no tener
referentes.
No saber
a qué opinión atenerme. Existen sentimientos de insatisfacción, de frustración,
de indignación y cólera contenida.
¿A qué territorio pertenezco?
¿Han invadido mi territorio?
¿Ha perdido mi territorio su organización?
¿Hay suciedad en mi territorio?
...
Besos Marga.
Como la vista es al cuerpo, la razón es al
espíritu.Aristóteles