jueves, 25 de febrero de 2010

Edades...


Durante los primeros años de vida ejercitaba y aprendía
como por ejemplo había que llorar para comer y los primeros porrazos fueron dolorosos.
Aprendí en el jardín de infantes lo maravilloso que es hacer un dibujo y pintarlos con témperas.
Aprendí lo espectacular que era armar palabras y comenzar a leer.
Aprendí lo bueno que es un abrazo cuando el miedo te atrapa, aprendí que no todo se arregla con un beso y una caricia.
Aprendí en el colegio secundario que si no estudiaba tenía un aplazo, no podía vivir en una nube de algodón escribiendo un poema de algún pétalo perdido y descubrí por Ana Frank a escribir mi propio diario, para no sentirme sola nunca más.
Aprendí a los 15 años que no podía enamorarme de cualquier chico y recién a los 21 años conocí el verdadero amor.
A los 24 años aprendí a ser madre y a ver todo de forma diferente.
A los 30 años aprendí que es un grave error callarse la boca
y que con paciencia y amor la vida tiene más color.
A los 39 años aprendí que el corazón sangra y nunca deja de sangrar cuando se muere la madre.
A los 40 años me dí cuenta que tenía mucho que aprender con respecto a mi padre,
aprendí que de nada servía deprimirme y llorar ... solo tenía que actuar.
Aprendí que siendo única hija en algún momento te quedás sin raíces.
A los 50 años aprendí que ser abuela es maravilloso y comencé a aceptarme como soy,
y a no perder el tiempo en pequeñeces.
Definitivamente he aprendido que las cosas que duelen te dejan enseñanza y que nunca es tarde para nada porque mientras estamos vivos no importa la edad y siempre tenemos algo por hacer.
Marga®

martes, 23 de febrero de 2010

Hadas y brujas...


Cuando las brujas duermen
aparecen las hadas,
haciendo travesuras
algunas apagan a las luciérnagas,
otras encienden a las estrellas...

Otras hacen caer cristales del cielo
y marcan un camino,
para seguir sin preguntas...

Otras apagan el fuego
haciendo llorar a las nubes
y dejando alivio a la tierra
reviviendo su hechizo.

Otras están junto a mí
me hacen compañía,
no me han abandonado,
sólo es que a veces, están dormidas...
Marga®

viernes, 19 de febrero de 2010

Escribir es como AMAR...


Escribir puede ser un oficio, un don, una rutina ... a veces extraña.
Escribir, es confiar en los sentimientos del alma,
ese rincón que me ha permitido tocar fondo en las nostalgias
y azomar la cabeza después de los golpes bajos de la vida.

Escribir se trata de gritar, enojarse, de amar, perdonar y revisar;
luego salir a la vida esquivando los dardos perdidos...

Escribo, para ahuyentar ese frío hasta los huesos que me caló en la infancia.
Por supuesto, que escribir es un privilegio.
Se trata, de poner la vergüenza y el pecho a la intemperie…

Se escribe también para no morir, es decir, para tener siempre a alguien que te recuerde.
Escribo, para dormir sin ninguna culpa revisando cada detalle del día.

Escribo para perdonar a quien haya que perdonar,
olvidar a quien haya que olvidar,
besar a quien haya que besar, para el llanto y la locura.

Y escribo, y sigo escribiendo mientras la vida pasa dejando
esos reflejos de esperanza y de misterio...

El vértigo mayor es saltar de nube en nube, vagar con la errante ternura,
desafiar al tiempo ... para evitar la muerte , para vivir ...
Escribir es como amar: es casi ... lo mismo.
Marga®

martes, 16 de febrero de 2010

El regreso de las vacaciones...


¡¿No les pasa que cuando llega el armado de las valijas
siempre parecen haberse encogido al regreso...?!
¡¡ Y sí ... he vuelto !!
Entre la playa, algún que otro paseo, ...... con toda la familia ...
si con toda la familia .... y cuando digo
¡¡ toda es toda !!

He vivido sin reloj con mis seres queridos, dándoles cuanto tengo y cuanto soy.
He escuchado el murmullo del mar , los árboles, el aire, los pájaros y los médanos... .
He soñado que sueño, y he recordado quién soy.

He puesto nombre a los silencios, y a los espacios.
Y por último he contado los días no por números, sino por sentimientos.

Hemos regresado algunos muy bronceados, otros menos, con mucho protector...
y ... los más importante ... ¡¡ todos felices !!

He observado cómo descansaban y disfrutaban contentos los seres que más amo en el mundo, mi marido, mis hijos y mis nietos.
Hoy queda el ligero olor del perfume de los pinos en el bosque a punto de desvanecerse...

Llevaba planeando este viaje hacía poco más, de un mes …
los días pasaron tan rápido ... existía el temor ...
¿Todos juntos... ?
Mi marido y yo, mi hija mayor con su marido y sus tres hijos, mi segunda hija con su marido y sus dos hijos, mi hijo con su esposa embarazada de tres meses ... ja ja
¿Qué pasará...?
pero la casa en el bosque era grande y a cinco calles del mar ... el clima era encantador, me sentía muy cómoda, percibía una calidez sin igual de amor y otros sentimientos, que mezclados, muchas veces se transforman en un “paquete“ similar al de los regalos, que hasta que no se abre, uno no sabe bien de que se trata.

Son momentos importantes en mi vida y quedarán atrapados en mi memoria.
Ahora ... Seguiré con la mejor energía en el grupo para que crezca y se lea cada día mejor.
Gracias a los que comparten ... les agradezco de todo corazón.
Marga® con el mismo amor.

lunes, 1 de febrero de 2010

Reflexión...


¿Sabías que se puede extrañar aquello que nunca se ha tenido?...
¿Sabías que da nostalgia imaginar un futuro sin estar en esta vida...?...
Yo no lo sabía, sin querer lo sentí... debatiendo entre la fe y la razón.
Las religiones nos encadenan, nos llenan de culpas,
limitando los sentimientos y la razón nos llena de razonamientos a veces sin sentido.
La filosofía nos complica como personas,
la mente medita y debatimos ...
¿Tendremos alma...?
y la ciencia permanentemente nos muestra que todo es posible
y quedamos en la cultura que impone nuestras conductas...
Solo creo que siempre queda tiempo para amar...
si amamos con el corazón, con el alma y de verdad ...
¡ todo triunfa !
El amor es dar y recibir, para mantenerse y crecer.
Si uno da sin recibir, termina dependiendo del otro.
Si uno recibe sin dar, termina dominado por el otro.

El intercambio de darse y recibir crea una relación de iguales, por
haber dado, se recibe en compensación y por haber recibido,
se siente el deseo de seguir dando.
El amor no radica en la posesión del otro sino en la donación
de uno mismo.
Marga®