Cuando era más
joven, pensaba que nada ni nadie me separaría de mis afectos. Luego crecí y me
di cuenta que todo el tiempo se va gente de nuestra vida y también entra gente
adorable.
Las elecciones son
los que nos terminan separando, otras simplemente los
malentendidos.
He aprendido que si
bien la amistad puede ser hermosa, también puede ser muy frágil.
No solo son los
momentos difíciles los que la ponen a prueba, sino el tiempo mismo. Hay lazos
que llegan a ser verdaderos, nada ni nadie los separa.
Hoy tengo más
experiencia, abandone algunos sueños y logré algunas cosas que me había
propuesto.
Tomé mi propio
camino, adopté una firme y segura postura ante la vida. No sé lo que me depara
el futuro...
Estoy dispuesta a
disfrutar el momento, en la medida que me sea posible...
Hay tantos instantes
en la vida que nos llenan de enseñanzas, como los errores que cometemos y las
cosas que debimos de hacer.
Pero a la vez hay
tanto a lo que una termina por acostumbrarse...
Siempre traté de aparentar que era fuerte y supongo que
esa es la impresión que doy.
Pero hay
cicatrices viejas que se abren sin querer en el momento menos
esperado.
Pienso que
antes de mí existieron muchas personas... Y yo no soy
diferente a ellas, pues sé que aún cuento con lo más importante: mi salud y mi
lucidez, sin contar con esos olvidos que ... a veces asustan, pero ... tengo
intactas las ganas de continuar.
Por eso ... ¡ Gracias
! Por SER y estar.
Besos en las
mejillas, Marga.
La
muerte sólo tiene importancia en la medida en que nos hace reflexionar sobre el
valor de la vida. André Malraux