Sentada
sobre la luna...
esquivando estrellas fugaces
en medio
del caos,
que
reina en el universo.
Saboreo mis lágrimas heladas
con lágrimas de los seres
que pasan...
en el frío cementerio,
que recuerda las ausencias
en el mármol silencioso
que recuerda las ausencias
en el mármol silencioso
de la lápida.
Sombras que pasan,
epitafios disecados
de pasados en promesas...
Vivimos y enterramos
en los cementerios
Vivimos y enterramos
en los cementerios
y ...
¿el alma ...?
¿dónde está...?
Soy un trozo de
hielo
brillando como una estrella,
con una queja
sorda...
y
estigmas de margaritas
de aquel jardín
sombrío,
con huella de pétalos
blancos...
donde
lloro...,
¡Universo mío!..., Sin
que mi SER
de luz te ampare...
Marga®
Marga
Seoane
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¡Es tan
triste la vida en el cementerio!
¡Rana,
empieza tu cantar!
Federico García Lorca
6 comentarios:
Cuanta tristeza en tus bellos versos mi estimada Marga!!
Te dejo un beso y se feliz!
Precioso y muy sentido poema.
Besos
Otra vez vuelvo, jaja y es que despierta mi curiosidad tu apellido, que no sé si es el real,por supuesto.
La llama porque su origen está en mi tierra, en Galicia.
Besos.
Triste pero a la vez hermoso.
Te felicito y te invito a que pases por mi casa
Luis Carlos
Hola Marga, triste destino el de nuestro envoltorio que vivirá en un cementerío, frío y desolado apenas alguna flor al costado de la lápida.
En cambio nuestra alma subirá tan alto que se convertirá en una nueva estrella.
Un abrazo
¡Y los nombres olvidados se tallan en los materiales más duros!
La imperdurabilidad en la Tierra acaba cuando se cincelan los nombres en las lápidas.
Un gran saludo, Maega.
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