
Por ser hombre testarudo
Por tu mirada triste y profunda.
Por tu expresión siempre desolada.
Por tu impaciencia y obstinación.
Porque siempre estás ahí,
en mi recuerdo...
Por creer en mí... y confiar en mí,
a la hora de tu partida.
Por eso aprovecho,
cada oportunidad que tengo,
para decirte que te quise,
más de lo que pudiste imaginar.
Y si llegaste a la vejez decepcionado
y arrepentido...
Hoy te digo que a la larga,
te he comprendido.
Marga®
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