Cuando oigo el lenguaje rápido y
chillón de los gorriones
con vuelo rasante,
me invaden voces
nostálgicas.
No sé porqué, es como si
hubiera nacido en el
campo.
¿Serán los pájaros que dormían en mi
alma?
Y los gorriones ...
con tanta simpatía hasta entonan
melodías,
cuando visitan mi ventana cada
mañana,
picando el vidrio.
y ...
¡ qué gritones son
cuando nace algún pichón...!
Piden ser escuchados
en el silencio que
suplica ser ordenado...
en un día tan especial.
Marga®
Yo no se de pájaros, no conozco la historia del fuego.
Pero creo que mi soledad debería tener alas.
Alejandra Pizarnik
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