El amor y
la amistad no hacen daño.
No hay
dificultad que no pueda ser resuelta...
No hay mal que dure para siempre...
No hay puerta que no se pueda abrir...
No hay continente que no pueda ser conocido...
No hay muro que no se pueda derribar.
No hay pecado que no pueda ser perdonado.
No hay diferencia que no pueda ser conversada...
No hay mal que dure para siempre...
No hay puerta que no se pueda abrir...
No hay continente que no pueda ser conocido...
No hay muro que no se pueda derribar.
No hay pecado que no pueda ser perdonado.
No hay diferencia que no pueda ser conversada...
No
hay error que no sea reparado...
Procuraré amar al otro tal como es,
y no a la imagen de mis sueños.
Sin moldes, ni ejemplos.
Siempre habrá alguien
mejor.
Engañar y mentir hace
daño.
Con el mismo afecto,
Marga.
Allí, donde el
amor no teme y lleva su cabeza en alto.
Donde el saber es
libre como los cimientos de Tu Espíritu.
Allí, donde los
mezquinos muros de las fortalezas,
no fragmentan la
armonía de Tu Creación.
Donde las palabras
surgen del pozo de la Verdad y el esfuerzo incansable eleva sus brazos hacia
toda perfección.
Allí, donde el
claro fluir de la razón no ha perdido su cause en el triste arenal de la infamia
moribunda.
Donde la mente
macerada por Tu mano se encamina hacia un pensamiento y una acción siempre
ascendentes…
Allí, donde Tú estás, Padre…
¡Permite que
nuestro mundo despierte a su Verdadera Liberación!
Rabindranath Tagore
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