Hay un latido que oigo
de libertad y
desolación,
con la realidad que
asfixi
con simulacro de
seguridad...
Hay solo ecos de mis latidos
y mi cuerpo parece
sostener el
tiempo,
agotado a la espera de
agotado a la espera de
la redención
ajena.
Tendría que SER más fuerte.
Y por encima de todo,
tendría que SER
brillante.
Tendría que SER
garantizada
por Dios y por la
vida.
No soy más que un
SER desconocido,
como música silenciosa,
con frases sin sentido,
condenada al olvido de lo que
como música silenciosa,
con frases sin sentido,
condenada al olvido de lo que
NO
ES
ni será
conocido.
Marga®
2 comentarios:
Marga, me ha gustado especialmente esa manera tuya de resaltar la palabra SER, porque implica una filosofía esencial no basada en el materialismo.
Un abrazo
Hola Marga¡ me gusta tu escrito, tiene fuerza y carisma
Te doy las gracias por hacerte seguidora mía.
Contigo he llegado a los 100 seguidores,
Gracias¡ y besos.
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