lunes, 4 de marzo de 2019

El viento...


Es fácil culpar al viento de lo que pase...
Que el viento tenga la culpa de empujarme a la vereda,
en cada lluviosa mañana de un verano corto y mojado...
Que el viento tenga la culpa de que el amor se moje,
y ...
falten botas y paraguas.
Que el viento tenga toda la culpa de intentar engañarme...
siendo las mentiras tantas que se confunden con las verdades.
 
Que el viento tenga toda la culpa de despeinar mi cabello
y no saber compensarme...
No puedo culpar al viento, yo he dejado la ventana abierta,
pues yo soy y seré la única culpable...
Besos en las mejillas, Marga.


Vive plenamente mientras puedas y no calcules el precio.
 
Omar Khayyam





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