Las heridas del alma más comunes
son:
rechazo
rechazo
abandono
humillación
traición
injusticia...
humillación
traición
injusticia...
No van en ese orden, y son más...
Con humildad y sinceridad cada cual
puede reconocer sus heridas.
Reconocer nuestra limitación humana
es el gran paso en el proceso de evolución.
El
ego, que busca revestirse de apariencias, es incansable en la búsqueda de ser
cada vez más poderoso.
Aunque sea por apariencia, a veces
nos conformamos con las migajas de los demás, hasta que se descubra lo que
realmente somos.
Podemos llegar a ser
esclavos de nuestro ego sin darnos cuenta…
Aprender de la relación que
mantenemos con él es imprescindible, para tomar conciencia de cómo nos influye,
y lo fácil que resulta caer en su dominio.
Por eso ... la disciplina verdadera
es ¡ domar el EGO !
Besos en las mejillas,
Marga.
"Si quieres resolver
un problema, no importa qué tipo de problema, trabaja en ti mismo".
Ihaleakala Hew
Len
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