Ese
vacío...
donde se
termina
ahogando
la ausencia...
Ese
vacío...
donde
retumban
los pasos
aunque camines en silencio.
Ese
vacío ...
donde se
escuchan los latidos,
como
temblores que erizan la piel.
Ese
vacío ...
donde
habitan los fantasmas
con
mensajes de esperanza.
Ese
vacío...
donde escribo las palabras
y
redacto los poemas.
Ese
vacío...
donde evoco el vínculo
que tenía con la iglesia.
Ese
vacío...
con la
incapacidad de sintonizar
un atajo
en medio de la multitud.
Ese
vacío...
que
divide a los sueños
de la
vida y de esta vida...
tan real.
3 comentarios:
Hola Marga:
Sin duda, es un vacío al que todos de alguna u otra manera hemos caído algunas veces.
Muy bello!
Abrazos alados!
Hay momentos en que ese vacío del que hablas también me invade a mi, dejándome huellas indelebles en el alma, por eso me veo identificada entre tus letras.
Me gustó, siempre es un placer leerte.
Un abrazo.
Muy hermoso y reflexivo poema.
Escribes hondo Marga. Me gusta.
Un abrazo.
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