sábado, 10 de septiembre de 2011
*Así es la nada y el todo... del olvido.
En esta época del año todo crece, el césped crece
cubriendo el suelo de verde,
las plantas crecen y las ganas de hacer cosas también crecen.
El frío este invierno me dejó como al tanteo,
tiritando estremecida de frío,
como si hubiera estado obligada a guardar el corazón
y no contaminarlo con la cruda realidad.
Ayer regalé una campera nueva pero nueva de verdad,
a una mujer que siempre pasa por mi casa a pedir ...
la mujer sale a mendigar un poco de caridad todos los días,
para combatir el hambre de los hijos que la siguen,
les doy pan y van mordiendo las miguitas
y me miran...y ... me duele el alma.
La mujer estiraba las mangas de la campera
y cubría sus manos, quebradas por el frío y el trabajo.
Así es la nada y el todo... del olvido... y los olvidados.
Al final andamos todos navegando en el océano de la vida,
con pobreza o con lamentos, respirando el mismo aire...
Y en el jardín los perros dan vueltas en círculos,
y se corren la cola como un trompo
como si tuviera un ataque de risa...
Marga®
Marga Seoane
©Todos los derechos reservados
Cada lágrima enseña
a los mortales una verdad.
Platón
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3 comentarios:
Cuánta razón llevas con tus palabras amiga.
Las comparto literalmente.
Saludos.
Muchas veces pensamos que hay cosas que están muy lejos de nosotros, cuando sin embargo las tenemos a nuestro lado. Otras veces lo que pensamos es "eso no me va a ocurrir a mi", y en cuanto nos descuidamos, somos los protagonistas de esas desdichas.
Y sí, es verdad, los perros del jardín siguen dando vueltas como si nada...
Biquiños.
Carmen.
Marga: acabo de poner en mi lista de blogs el tuyo. Hace tiempo que te sigo, pero no quiero perderme tus escritos y así ya te tengo más a mano.
¡Un abrazo!
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