Me gustaban los días de lluvia, no faltaba al colegio, la ausencia de compañeros era notoria, la maestra no daba temas nuevos y podíamos conocernos más, organizando juegos en el aula y la señorita era "más buena...".
Me gustaban los días de lluvia sobre todo cuando el agua al caer hacía globitos en el piso y era pronóstico de lluvia para todo el día.
Me gustaban los días de lluvia porque a la hora de la siesta hacíamos barquitos de papel para hacerlos navegar junto al cordón de la vereda.
Me gustaban los días de lluvia porque usaba botas de color azul igual que el piloto y el paraguas ... y coqueteaba con algún amiguito del barrio.
Me gustaba la lluvia en los días de mi infancia porque si algo no experimenté en esos años fue el aburrimiento...
Hoy cae la lluvia despacito ... y la certeza de la lluvia entristece mi alma y con ojos de sonámbula espanto el aire de mi aburrimiento.
Marga®
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