sábado, 15 de junio de 2013

Deseaba un padre perfecto...

 
A veces tenía miedo, al entrar en mí ...
estando oscuro... ¿Dónde estaba...?
¿En el cielo o en el infierno?...
 
Simplemente abrazada a una
vertiginosa infancia...
 
Recuerdo tantas cosas...
los silencios y las mentiras,
donde el dolor me enseñó
a escribir...,
en aquellos vacíos
renglones del abismo,
donde estabas papá...,
erguido y ajeno,
a los laberintos de mi oscuridad...
Te recordaré siempre,
aunque no hayas sido
el padre perfecto...
 
Te respiro en el aire,
Te veo en un haz
de luz brillante...
Te veo en mi SER...
Te tengo en mi mente
Te guardo en mis ojos...
Te llevo en mi sangre...
 
Sereno... audaz ...
inestable..., quebrado...
sin tregua ... ¡sufriente!.
 
 Nunca te olvidé,
sería borrar mi yo,
vivir sin luz...
dejar mi raíz en el olvido
y andar equivocada en mi camino.
 
Marga®
Marga Seoane
 
© Todos los derechos reservados
 
 
Aún si digo sol y luna y estrella me refiero a cosas que me suceden.
 ¿Y qué deseaba yo?
Deseaba un silencio perfecto. Por eso hablo.
 Alejandra Pizarnik
 
 

3 comentarios:

Loli Salvador dijo...

Hola Marga, vengo a desearte una feliz tarde y a leer la sobria precisión de tu poema, viene cargado de sinceridad.
Un abrazo

Thaiane Mayara dijo...

Hermoso poema, besos!!

http://maaniadeescrever.blogspot.com.br/

Misterio dijo...

Es así el amor. Aunque no sean perfectos, nos dieron la vida.

Un beso.